[Escrito originalmente en 2014 desde mi blog antiguo]
A las cinco de la mañana ya íbamos bajando por la carretera para llegar, dos horas después, al retazo pequeli de Selva Alta Perennifolia que sobrevive alrededor de la estación biológica de la UNAM, desde allí se miraba el mar y los Tucanes volando y llamado por todos lados: allí estaban también el Colibrí Picolargo (Heliomaster longirostris) el Ermitaño Colilargo (Phaethornis longirostris) los Momotos (Momotus lessonii) y el Tinamú Major (Tinamus major) que llamaba cerca del camino nos hizo esperar para ver si de decidía salir, esperamos, esperamos… y apareció una bola de plumas en la ladera, me moví para verla bien, y era una Paloma Perdiz Rojiza (Geotrygon montana) que si bien no es para nada un tinamú, también es interesante. Pero ha sido un ave por otra; al moverme para ver la paloma, el tinamú se ha espantado, ya será para la próxima.
Salimos al camino y nos acompaña la selva con sus enormes árboles y lianas, vuelan dos Loros Cachetiamarillos (Amazona autumnalis) y canta el Atila metido en el monte (Attila spadiceus) y de repente, el sueño acaba. Doblamos una curva y reaparecen los potreros y la carne viva de la tierra sin su piel verde que solo queda en manchones en la punta de los cerros: Tanto nos hemos acabado ya… Pero aun así, allí están los nidos colgantes de las Oropéndolas, una Titira Cabecinegra (Tityra inquisitor) hace su nido en un árbol muerto, hay más loros volando todavía. Aún quedan plumas.
Después de dos horas allí, vamos a la laguna de Sontecomapan para pajarear en la laguna, pero debemos esperar, porque está el partido del mundial México vs. Holanda y nadie se lo quiere perder, ni siquiera yo. Pero después de la derrota (por cierto: No era penal) y para olvidar aquello, subimos en la lancha con don Ismael, un lanchero con experiencia llevando observadores de aves a los brazos de río que alimentan el gran cuerpo de agua.
Allí estaba la Garza Tigre Mexicana (Tigrisoma mexicanum) con su nido, cientos de cormoranes de dos especies (Phalacrocorax auritus y Phalacrocorax brasilianus) el Aguililla Negra Mayor (Buteogallus urubitinga) y varios nidos de Calandrias que colgaban sobre el brazo de río que recorrimos, luego las Jacanas (Jacana spinosa) el Martin Pescador Verde (Chloroceryle americana) el llamado del Atila de nuevo, y luego del Hormiguero Pepito (Synallaxis erythrothorax) del que pudimos ver, eventualmente, una pareja que se perseguía entre los árboles de Apompo, más adelante el Carrao (Aramus guarauna) más Jacanas, Tordo Sargento (Agelaius phoeniceus) y luego la enorme rapaz, un Aguililla Canela (Busarellus nigricollis) que estaba sorprendentemente cerca de la lancha y que no se inmutó de nuestra presencia: el lanchero Ismael dice que es la primera vez que la ve en esta región
Regresamos a la laguna para remontar el cauce de otro río, con la esperanza de encontrar al Pájaro Cantil (Heliornis fulica) y al ir navegando por este cauce iban volando los carpinteros grandes: el Carpintero Lineado (Dryocopus lineatus) y Picoplata (Campephilus guatemalensis) las garzas de distintas especies, los grandes cangrejos en las orillas lodosas, más garzas, martines pescadores… pero del Pájaro Cantil, ni sus luces.
Subimos por el cauce hasta donde la lancha pudo entrar, y allí, justo al final, salió volando de un árbol este pájaro que estaba buscando; allí tenía su nido y lo habíamos espantado, esperamos un rato a que regresara, pero como nunca lo hizo, nos regresamos nosotros. Salimos de la laguna y volvimos a subir hasta Ruiz Cortines. La última noche en ese lugar tan genial.
A la mañana siguiente, la última mañana en Ruiz Cortines decido hacer algo, como una pequeña retribución por todo lo que he vivido en tres días aquí: Braulio me ha dicho que los jóvenes no se interesan por conservar el bosque de niebla, así que me propuse hablarles como joven que soy, desde mi posición, de lo que ellos tienen a la mano; Hoy es lunes, así que fuimos a la secundaria del CONAFE que está en la localidad, y me puse a hablar con los alumnos sobre el bosque que tienen a su alrededor, sus aves, sus beneficios y como pueden conservarlo, ignoro que tanto pueden entrar las palabras de un extraño, pero las preguntas de algunos y el interés de otros más por el tema me llevan a tener esperanza.
Me despido de los alumnos, de Braulio y de Ruiz Cortines: un Mosquero Pirata (Legatus leucophaius) sale al camino a decir adiós, sé que he dejado un pedazo de mi alma en estos lugares, en los árboles gigantes coronados por la niebla, porque también yo, al venir aquí, he sido hecho presa del encanto.
Publicada originalmente el 11 de julio de 2014